En ocasiones nos encontramos a tan solo tres centímetros de la felicidad, casi la podemos tocar. Pero estamos tan pendientes de lo que pasa a nuestro alrededor, de las miradas, de los cuchicheos, del que dirán, de si hoy, si mañana, si ayer.. que no nos damos cuenta.
A veces solo hace falta detenerse un segundo y dejar de pensar, dejar de intentar controlarlo todo. Porque es evidente que no puedes, así que.. ¿por qué lo sigues intentando?
Relájate! Y disfruta de la única vida que tienes, de la que te ha tocado vivir, y vívela a tu manera. De la mejor manera que puedas, o sepas :)
Pero sobre todo, sé feliz!
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