A tres centímetros de la felicidad.

En ocasiones nos encontramos a tan solo tres centímetros de la felicidad, casi la podemos tocar. Pero estamos tan pendientes de lo que pasa a nuestro alrededor, de las miradas, de los cuchicheos, del que dirán, de si hoy, si mañana, si ayer.. que no nos damos cuenta.

A veces solo necesitamos de una conversación amena, de un abrazo cariñoso, de unas palabras bonitas, de una mirada penetrante.. para darnos cuenta de que todo aquello que buscamos está ahí, a nuestro lado. Que la felicidad no está tan lejos, sino que pasea contigo de la mano.

A veces solo hace falta detenerse un segundo y dejar de pensar, dejar de intentar controlarlo todo. Porque es evidente que no puedes, así que.. ¿por qué lo sigues intentando?

Relájate! Y disfruta de la única vida que tienes, de la que te ha tocado vivir, y vívela a tu manera. De la mejor manera que puedas, o sepas :)

Pero sobre todo, sé feliz!

Dónde todo empieza..!

"Tarde de sol en la ciudad de A Coruña. Soplaba una agradable brisa que hacía que fuese sin lugar a dudas un buen día para pasear. 

La tarde prometía, había quedado con D. después de unas semanas demasiado intensas, por decirlo de algun modo, y necesitaba un relax. Sabía a ciencia cierta que con él disfrutaría de una tarde maravillosa, llena de risas y de anécdotas. Y eso era lo que necesitaba, pasear, desconectar y pasarlo bien.

La situación se tornaba extraña al principio, pero a medida que fue pasando la tarde la confianza daba sus frutos, como siempre. El paseo terminó en uno de los sitios más bonitos de la ciudad, donde sin duda el acercamiento fue casi innevitable. Casi planeado, diría yo.

Y desde aquel momento, una idea, un pensamiento, un sentimiento, un duda.. se acomodó en su maravillosa cabeza, y hasta hoy."

Soy de las que piensa que las cosas suceden, sin más. 

Soy de las que cree que no hay que ponerle nombre a las relaciones.

Pero también soy de las que piensan que hacer daño, aunque sea sin querer, no está bien.

Odio vivir mi vida, porque cada decisión que tomo termina por hacer daño a la gente que me importa. Quizás si fuese un poco más detestable, no tendría este problema..!

 

Que difícil es ser yo!

Hoy se termina lo que ha sido mi primera semana de clases en la Universidad. Quizás no haya sido la mejor, pero sin duda ha sido diferente.
Las cosas no iban bien, nada bien. Pero el viernes, después de un jueves de fiesta con Cris y Aida, una clase de Biología casi insufrible, superada gracias a un café doble y un croissant, las cosas habían cambiado.
Sonreía por estar en medicina.
El día acabó con 182,50 euros menos en mi cuenta, y dos libros de Anatomía en mi posesión. Y era feliz, era feliz porque no pensaba en otra cosa que en ponerme a estudiar. Me apetecía hacerlo porque me gusta mi carrera, porque estaba emocionada otra vez.

Pero sin duda, el finde mejoró con esa escapadita a Marín, y esa salida en Pontevedra. :)

De todas formas, mañana empieza una nueva semana. Con responsabilidades, trabajos, agobios quizás.. Y la verdad es que apetece más bien poco. Pero no queda otra, ¿no?

Ánimo :D

Medicina

Desde pequeña fantaseaba con lo que quería ser de mayor. Desde astronauta hasta profesora, pasando por arqueóloga y bióloga marina. Hasta que llegué a la maravillosa conclusión de que quería ser médico.

Quería conocer las enfermedades cuando algo malo le pasase a mi familia, quería saber si había una mínima posibilidad de salvar alguna de las vidas que tanto preciaba, deseaba trabajar en un hospital!

En bachiller intenté sacar las mejores notas, aunque aún así no fueron lo demasiado altas. Y empecé una carrera. Que aunque me gustaba, no podía llegar a ver todo su encanto porque en lo único que pensaba, era en que no estaba en medicina.
Odontología comenzó a entrar poquito a poco dentro de mí, hasta que llegó a gustarme de verdad. Pero la espinita de medicina aún seguía ahí, clavada en lo más profundo de mi ser. Así que decidí intentarlo de nuevo, volver a empezar.. Enviar preinscripciones a casi todas las universidades, y a ver que salía de ahí.

Sin muchas esperanzas miré las listas de admitidos en julio, y cuál fue mi sorpresa al ver que estaba casi dentro. No me lo podía creer, y mucho menos cuando a finales descubrí que estaba dentro de medicina en la Universidad de Santiago de Compostela.

Me matriculé sin pensarlo, pero Odontología se había quedado tan adentro que no quise renunciar a ella. Fui ambiciosa y quise continuar también con Odonto, así que presente una solicitud para que me permitieran simultanear estudios.

Empecé medicina, y el primer día me desanimé. Porque el nuevo plan, el Plan Bolonia, no me gustó nada. Y menos el planteamiento que se la había dado en Medicina.

Llegué a casa pensando que lo único que quería era volverme a Odontología.

Hoy ha sido otro día, después de pensarlo en frio, me he dado cuenta de que un simple plan de educación no puede echar por tierra todos mis sueños. No pienso permitirlo.  


Voy a seguir y voy a intentarlo.

Otra persona importante en mi vida!

Eres como una muralla firme y fuerte cuando hay guerra..

Eres como una manta en una tarde fría de invierno..

Eres como un abrazo siempre que lo necesitas..

 

Eres ese sentimiento de protección que cualquiera desearía sentir.. 

Contigo parece como si nunca me fuera a pasar nada, contigo parece que aunque el mundo se acabase yo seguiría a salvo..

A pesar de todo, la vida sigue..

Estoy cansada de repetirme a mi misma que tengo que estar bien, que una sonrisa es mejor que un millón de lágrimas.

Pero no siempre funciona el autoconvencimiento.. A veces simplemente no puedo más.

Se acaba el verano, y con él todo el tiempo libre que detestaba tener. Pero ahora tenía un motivo para seguir con esa preciada estación, todos vosotros, marinenses..

Entró septiembre, de la mejor manera posible. Con todos vosotros..

Y ahora, lo que esperaba con tantas ansias, que era volver a la Universidad, a Santiago.. Se me hace poco, porque en Pontevedra me ofrecisteis todo y más. Y Santiago me saberá a poco.

Chicos, no dejo de echaros de menos ni por un segundo..
Se os quiere!